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¿Por qué debo tomar una siesta?

16 mayo, 2020
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Son épocas de estar en casa, de reinventarnos. Muchos de nosotros vivimos una etapa donde el teletrabajo es la opción más viable, lo que a su vez nos facilita ciertas actividades como la siesta corta.

Aunque para muchas personas la siesta está directamente relacionada a ciertas etapas de la vida poco productivas o a una enfermedad, lo cierto es que esta actividad nos traerá múltiples beneficios para cumplir nuestras labores de la mejor manera.

Para empezar, más del 85% de las especies de los mamíferos son durmientes polifásicos, es decir, que tienen periodos cortos de sueño a lo largo del día. Los humanos, sea por cultura o por necesidad, nos hemos convertido en durmientes monofásicos, lo que se traduce en que dividimos nuestro día en dos largos periodos de tiempo: el sueño y la actividad.

Esta condición de durmientes polifásicos nos obliga a tener un periodo de sueño reparador que se sugiere sea de 7 a 10 horas, por lo que el problema real radica en aquellas personas que no duermen lo suficiente.

Teniendo en cuenta que el sueño es acumulativo, si descansamos de manera óptima durante varios días es probable que este “déficit de sueño” nos afecte en factores del día a día como la capacidad de reacción, la visión, el pensamiento lógico, la memoria a corto plazo, la motivación y la paciencia.

Los expertos entonces aconsejan que, ante la aparición de problemas de este tipo, lo ideal es aprovechar el tiempo luego del almuerzo (una o dos horas después) para tomar una siesta reparadora.

Tipos de siesta
Tipos de siesta

Tipos de siesta

La siesta puede realizarse bajo cuatro tipos: :

  • Planificada: es aquella que tomamos antes de tener sueño, generalmente para acumular energía antes de una noche en la que nos acostaremos tarde.
  • Habitual: es aquella que tomamos regularmente, a la misma hora, todos los días.
  • Apetitosa: se presenta regularmente ante las ganas de tomar una siesta, ya sea por cansancio, por comer en demasía o por simple gusto.
  • Emergencia: es la que se nos presenta cuando tenemos un sueño acumulado o un desgaste suficiente para comenzar a sufrir las alteraciones anteriormente nombradas.

Una siesta se realiza por lo regular entre la 1 p.m. y las 4 p.m., ya que es el momento del día en el que los niveles de azúcar y la energía en la sangre disminuyen.

Lo ideal es que estos periodos de sueño oscilen entre los 10 y los 30 minutos. Esto se explica en que nuestro sueño se divide en ciclos: el primer ciclo es una etapa de sueño liviano, para luego pasar a la etapa REM, la cual es mucho más profunda y restaura energía, sangre, tejidos y huesos.

Precisamente con la siesta evitamos entrar al sueño REM, puesto que este dura un aproximado de 90 minutos. Si lo detenemos, lo más seguro es que experimentemos la “inercia del sueño”, esa etapa luego de despertarnos en la que nos sentimos aturdidos y desorientados.

Beneficios de tomar un descanso durante el día

Tomarnos un tiempo de descanso reinicia nuestro sistema. A su vez, nos brinda un estallido de alerta. Esto nos facilita el rendimiento en nuestras labores y la capacidad de aprendizaje.

Un estudio de la NASA, por ejemplo, llegó a la conclusión que una siesta de 40 minutos mejoraba el rendimiento de sus astronautas en un 34% y su estado de alerta en un 100%.

Si estamos más alertas y más prestos a aprender, probablemente cometamos menos errores, lo que a su vez nos reduce los niveles de estrés y los riesgos de desarrollar enfermedades cardiacas.

Consejos para tomar una siesta
Consejos para tomar una siesta

Consejos al momento de tomar una siesta

  • Ser consistente: lo ideal es que evitemos las siestas de emergencia y tener un horario regular para esta actividad.
  • Facilitar el espacio: aprovechemos nuestro teletrabajo para crear un espacio acorde a las necesidades de descanso que tenemos. Procura descansar en un espacio oscuro, silencioso y con las comodidades que puedes encontrar en Comodisimos.
  • Tomar café: ¡sí! Aunque parezca contraproducente, una buena taza de café antes de tomar la siesta permitirá que te levantes con la energía recargada, ya que el efecto de la cafeína tarda en actuar de 20 a 45 minutos.
  • Evitar la cafeína luego de las 3 P.M.: la cafeína perdurará en tu cuerpo en un periodo de cuatro a seis horas, lo ideal es que la evitemos para no tener energía de más a la hora de dormir en la noche.
  • No todos necesitan tomar una siesta: si sufres alteraciones del sueño como el insomnio lo ideal es no tomar la siesta, ya que facilitará que tengas más energía durante la noche. En este caso procura tomar otras alternativas como la meditación o un esfuerzo físico adicional.

¿Tomas la siesta durante el día? ¡Cuéntanos tus experiencias!


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