Guía: Decálogo del sueño de tu bebé

Todos los nuevos padres creen estar listos para las noches de insomnio que traerá el recién nacido, hasta que esas noches comienzan y la privación del sueño se hace recurrente. Debemos tener algo claro: por más que leamos o que preguntemos, nunca estaremos lo suficientemente preparados. Cada bebé es diferente y trae consigo sus propias señales de sueño, las cuales iremos conociendo con el tiempo.
Un bebé, por lo general, duerme de unas 14 a 18 horas al día, principalmente a partir de los tres meses de edad. En las etapas tempranas, el bebé se despertará con mayor frecuencia, debido a que su estómago es pequeño y atiende a una necesidad de alimentación regular de una a cuatro horas.
Sin embargo, la regularidad del sueño del bebé dependerá principalmente de la rutina que se le plantee y las particularidades que tenga en cuanto a su personalidad.
Comprender a tu bebé en sus diferentes etapas de crecimiento es muy importante. En este sentido, entender sus horarios de sueño, señales y características a la hora de dormir, es clave para adaptar los consejos que te mostraremos a continuación, los cuales te ayudarán a facilitar noches de sueño ininterrumpidas dentro del hogar.
1. ENVOLVER AL BEBÉ
¿Conoces esa sensación cuando te duermes en la silla, o estás tomando una siesta, y de repente caes a un precipicio que te despierta instantáneamente? Si, esa sensación también la sufren nuestros bebés, y desafortunadamente se presenta con mucha frecuencia a la hora de dormir o hacer la siesta.
Evitar el sobresalto de tu bebé es posible cobijándole, lo que mantiene sus brazos y sus piernas pegados a su cuerpo y recrea la sensación del útero, lo cual facilita que se calme rápidamente.
2. RECONOCER LAS SEÑALES DE SUEÑO

Un mito popular asegura que no permitirle el sueño al bebé durante el día facilitará su sueño en la noche. Esto es lo mismo que decir que si no comes durante el día tendrás más hambre durante la noche, algo totalmente impensable.
De hecho, un bebé exhausto tendrá más dificultades para dormir, por lo que es importante basar nuestro actuar según las señales de sueño que demuestre el pequeño. Entre las señales de sueño más comunes están:
- Bostezar
- Frotarse los ojos, la cabeza o las orejas
- Mirar hacia otro lado
- Inquietud o irritabilidad
- Llanto: entre más agudo, más cansado podrá estar
Si tu bebé está excesivamente cansado lo ideal es llevarlo a un sitio tranquilo, alejado de los factores que puedan estar alterándolo, y brindarle la serenidad que necesita. Si tú por cansancio u otro factor no puedes darle tranquilidad en ese momento, lo ideal es delegar esta función a otro miembro cercano del hogar.
3. EVITAR EL CONTACTO VISUAL
Aunque suene curioso, el contacto visual prolongado es muy estimulante para los bebés, por lo que evitarlo facilitará el descanso del pequeño al momento de dormir.
Una breve mirada o emoción en su voz para el bebe puede ser la señal de que es hora de jugar, por lo que al momento de acostarlos se recomienda tranquilidad y un manejo bajo en el tono de la voz.
4. DESARROLLA UNA RUTINA

Una rutina constante no es igual a un horario establecido. Cuando hablamos de rutina nos referimos a mantener actividades consistentes que le ayuden al pequeño a comprender que se acerca la hora de dormir.
Después de alcanzar la marca de las 6 semanas de vida, es un buen momento para comenzar a implementar hábitos de sueño. En estos hábitos se puede incluir un baño tibio, un cambio de pañal, abrazos, cuentos, canciones de cuna o cualquier actividad tranquila y silenciosa. La actividad ideal te la dará tu propio bebé, según la respuesta que tenga a cada una de ellas.
5. CAMBIA LOS PAÑALES DE MANERA ESTRATÉGICA
Los cambios de pañales pueden traer mucha actividad y quitarle a tu bebé el sueño acumulado, por lo que debe realizarse pensando en el descanso futuro del bebé. Lo recomendable es cambiar al bebé antes de ser alimentado, con el fin de que el pequeño disfrute su momento de alimentación y con suerte llegue a quedarse dormido.
En caso de que el cambio de pañal sea necesario, lo ideal es mantenerse acorde a la rutina y al ambiente, manejar luz tenue y un tono de voz suave.
6. AMBIENTE IDEAL

Parte de la rutina del sueño de nuestros bebés consiste en brindarles un espacio adecuado de descanso. Tan pronto detectamos las señales de sueño de nuestro bebé es indispensable reducir las actividades, llevarlo a la habitación, bajar las luces, correr las cortinas, subir el ruido blanco y envolverlo.
Es importante que el área de descanso no se asocie con jugar, por lo que lo ideal es que esté libre de juguetes o adornos divertidos que puedan confundir la estimulación del bebé.
7. COMPARTE HABITACIÓN
Si el bebé se despierta constantemente durante la noche y está agotado, lo ideal es compartir la habitación, en camas diferentes. Brindarle la comodidad necesaria de colchones como el Classic Baby, sumado a la cercanía de sus seres queridos, probablemente hará que su calidad de sueño aumente y las interrupciones nocturnas disminuyan.
Dormir en la misma habitación fomenta además la lactancia materna y reduce los riesgos de muerte súbita del lactante (SMSL).
8. NO TE APRESURES
Sin quererlo, podemos estar alentando un mal hábito del sueño en nuestro bebé si nos apresuramos a atender su llanto o balbuceo.
En muchas ocasiones los bebés se despiertan e inmediatamente vuelven a quedarse dormidos. Bajo esta lógica, es importante brindar un tiempo de espera con el fin de conocer si nuestra intervención es realmente necesaria.
Una buena señal para saber si debemos intervenir es el aumento en el tono del llanto, ya que esto generalmente nos indica una necesidad de apoyo o de comodidad adicional.
9. PRUEBA UNA SIESTA EN MOVIMIENTO
A muchos bebés les encanta dormir en la carriola, por lo que, si presenta problemas para dormir, quizás sea el momento propicio de intentarlo.
Esto además representará para el bebé el contacto con el exterior, lo que puede facilitar experiencias como el salir de paseo en familia.
10. COMIENZA A SEPARAR
Luego de los seis meses de edad, es recomendable comenzar a realizar el traslado del bebé a su propia habitación. Este proceso debe hacerse de manera paulatina, por lo que lo ideal es comenzar con el traslado durante alguna siesta.
Estos pequeños espacios aclimatarán al bebé a su propio espacio y disminuirá el impacto al momento de realizar el cambio de manera permanente.
¿Qué otros consejos conoces para el sueño de los recién nacidos? ¡Compártenos tu experiencia!